Equilibrio entre lo contemporáneo y lo auténtico.
Este espacio fusiona la calidez de los materiales naturales con la pureza del diseño actual.
La pared de ladrillo visto recuperado se convierte en el alma del proyecto, un guiño al pasado que dialoga con la sobriedad del blanco, la textura de la madera y las líneas limpias del mobiliario.
Una cocina abierta al salón donde la funcionalidad y la estética se encuentran para crear un ambiente acogedor, sereno y lleno de carácter.
Un refugio donde el diseño y la calidez se encuentran.
En este proyecto, la cocina y el salón se funden en un único espacio que respira armonía, equilibrio y personalidad. La protagonista indiscutible es la pared de ladrillo visto, recuperada y restaurada para revelar la historia del edificio. Su textura artesanal contrasta con la pureza de la cocina blanca, de líneas limpias y superficie impecable, creando un diálogo entre lo antiguo y lo contemporáneo.La madera natural de la gran mesa y el suelo aporta calidez y una sensación de hogar que equilibra la modernidad del conjunto. La iluminación, cuidadosamente pensada, resalta los volúmenes y los materiales, generando un ambiente íntimo, acogedor y lleno de vida.Cada detalle está diseñado para disfrutar: cocinar, compartir, conversar… vivir.Un interior que demuestra que el confort no está reñido con la elegancia, y que la belleza puede nacer del contraste entre lo esencial y lo auténtic
